jueves, 26 de enero de 2012

LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL I

El futuro de la literatura infantil
En la sociedad actual ya no hay cabida para la literatura de antaño, y esto se manifiesta día a día, especialmente en la literatura infantil, que ha sufrido grandes cambios en apenas diez años.
¿Dónde quedaron los cuentos clásicos como Los Tres Cerditos o Caperucita Roja?                     
Es cierto que aún continúan narrándose y pasando a través de las generaciones, pero muchos aspectos en ellos han sufrido modificaciones.                                                                                    
Uno de los grandes culpables de esta situación es la gran industria cinematográfica, que con sus modernas y cambiadas versiones de las obras clásicas, hacen que más del 45% de las niñas prefieran una historia de la princesa Barbie a las literaturas tradicionales que tanto nos influyeron cuando éramos niños.                                                                                                              
Es cierto que estos nuevos cuentos y sus correspondientes películas, son un gran entretenimiento para los infantes y no muestran escenas violentas o que puedan suponer un trauma durante su infancia, pero también es cierto que apenas transmiten valores o enseñanzas como la labor en equipo mostrada a través de tres cerditos trabajadores o la importancia de la bondad de La Cenicienta.
A través de la observación de estos hechos nos damos cuenta de que a medida que el tiempo avanza, nuestra cultura va empobreciéndose y afectando este hecho a los más pequeños.                   
Cada vez se crean cuentos más y más fantasiosos que no ayudan a los niños a darse cuenta de la realidad, pero lo más preocupante y la pregunta más difícil es, ¿cómo repercutirá esto a largo plazo en la cultura de nuestra sociedad?
MARÍA DURÁ SERRANO - 2º Bachiller

Lecturas infantiles

Los cuentos infantiles son cada vez más requeridos por las grandes empresas cineastas. Últimamente podemos ver en las carteleras de los cines los pósters que anuncian el estreno de una película infantil o no tan infantil basada en los cuentos de toda la vida.

Tampoco se quedan atrás las adaptaciones de éstos, que en contraposición a las películas infantiles, profundizan mucho más en la moral de la historia y se nos presentan con temas un poco enrevesados. Como por ejemplo, la última adaptación cinematográfica de Caperucita Roja, la cual a primera vista es un thriller fantástico. En ella podemos ver a una Caperucita joven, de unos diecinueve años, que se enfrenta a cosas mucho más complejas que un lobo feroz. ¿Dónde queda pues la pequeña y dulce niña que iba a visitar a su abuelita? Simplemente, parece haberse perdido en el bosque.

Más de lo mismo ocurre con algunas de las películas más esperadas del próximo año: Mirror, Mirror y Snowwhite and the hunterman. Ambas adaptaciones del clásico cuento de Blancanieves. La primera de ellas, se presenta como una parodia del mismo, ridiculizando los personajes y exagerando los escenarios y vestuarios (¿cuándo Blancanieves se puso un cisne como tocado?). Mientras que la segunda, a pesar de ser más fiel y exacta al cuento, nos muestra una Blancanieves luchadora que no se contenta con esperar a su príncipe mientras limpia la casa. Hay muchos más ejemplos que podemos citar, y seguro que a todos se nos ha pasado por la cabeza más de uno; sin embargo, no debemos fijarnos sólo en las adaptaciones del cine.

Puede que los cuentos no siempre vengan con su título original, a veces éstos son simples reflejos dentro de otras historias. Como ejemplo, sólo hay que mirar la saga de Crepúsculo: ¿a nadie le suena la lucha del protagonista masculino contra su persona, creyéndose un monstruo, y la resolución de la joven chica para amarlo a pesar de todo? Es el mismo tema que la Bella y la Bestia, con la diferencia de que la Bestia en esta ocasión es un vampiro y la Bella (véase que es el nombre de la protagonista, ahí lo dejo) una muchacha de instituto.

¿Cuál es la conclusión a la que podemos llegar con este tipo de muestras? Habrá quien piense que es una degradación de los elementos clásicos de los cuentos, que corre conjunta a la degradación de una sociedad cada vez más empeñada en abstraerse de lo real. Pero también se puede interpretar como una evolución, los tiempos avanzan tal y como lo hace la mentalidad de la gente. ¿Son las adaptaciones las sustitutas de los cuentos de toda la vida? De momento, no se puede contestar esta pregunta pero el tiempo nos irá ayudando.

ANA MUÑOZ ANTÓN – 2º Bachiller
Las editoriales y los libros infantiles

Hoy en día, los niños prefieren pasar sus horas libres viendo los dibujos que aparecen en televisión que coger un libro y comenzarlo a leer. Por esto las editoriales se han puesto manos a la obra y han comenzado a movilizarse para ser capaces de llegar a los más pequeños. Para ello han comenzado a transformar las series animadas que ellos ven en libros infantiles o cómics.

Esto ya ha pasado con la serie Ben 10 u otras. Pero otro de los principales problemas a los que se enfrentan las editoriales es a la capacidad de mantener a los niños en los mundos de cada libro. Esto es un problema ya que a los pequeños suelen ser inquietos o aún no han cogido el gusto por la lectura, por lo que se pueden aburrir con gran facilidad y dejar el libro al comienzo.

Una de las editoriales que está intentando combatir este problema es la editorial Destino, la cual lleva la serie de libros de Gerónimo Stilton. Esta cuenta las aventuras, historias y misterios de un ratón llamado Gerónimo Stilton que trabaja el  periódico “El Eco del Roedor” como editor y director. Vive en una isla ficticia habitada por ratones cuyo nombre es Isla de los Ratones y su capital es Ratonia, donde nació y vive. Stilton adora la lectura, es amante de la música clásica y de la tranquilidad, aunque sus aventuras son de todo menos tranquilas.

Sus libros están escritos de forma diferente a los demás lo que los hace entretenidos, ya que las palabras de cada página pueden variar tanto de tamaño como de color, de forma y tipo de letra. Además algunos presentan en sus páginas olores relacionados con el tema a tratar. Esto hace que los niños no se aburran como puede suceder con otros libros más convencionales.

Por otra parte, no es la única que intenta combatir esto y a veces los niños buscan libros que no los mareen de aquí para allá con tantos cambios en el tipo de letra, sino que buscan que posean pocas páginas, muchos dibujos y que además la historia les guste. Aunque esto depende también un poco de la edad del menor al cual se le está buscando que le guste la lectura así como de sus gustos.

En conclusión, cada niño es diferente como lo es también cada editorial y mientras los pequeños cambien de gustos, éstas intentarán complacerles siempre manteniendo cada una su toque personal.

PATRICIA PÉREZ CASTILLO – 2º Bachiller

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